Contiene vitaminas A, B1, B2, B3, B6, C, E y K, así como minerales como calcio, hierro, magnesio y zinc
ESTRELLA BAHAMONDE B. /
El romero (Rosmarinus officinalis) es una de las plantas aromáticas más utilizadas tanto en la cocina como en la medicina tradicional. Su resistencia y su bajo requerimiento de agua la convierten en una opción atractiva para huertos y jardines urbanos o domésticos.
El romero contiene vitaminas A, B1, B2, B3, B6, C, E y K; minerales como calcio, hierro, magnesio y zinc, nutrientes que ayudan a mejorar la circulación, facilitan la digestión y refuerzan el sistema inmunológico.
También se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. En la medicina natural, se utiliza para aliviar dolores, tratar heridas superficiales o combatir problemas respiratorios.
Otra de sus posibilidades es el té de romero. Sirve para mejorar la digestión y la circulación sanguínea, además de favorecer el crecimiento del cabello, combatir el cansancio frecuente, proteger la salud del hígado y controlar la diabetes.
Estos beneficios se deben a que el romero posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antiespasmódicas y diuréticas, pues posee algunos compuestos bioactivos como flavonoides, terpenos y ácidos fenólicos que le proporcionan todas sus propiedades.
El té de romero es preparado a partir de la planta Rosmarinus officinalis, y es fácil de hacer en casa, sin embargo; es importante tener algún cuidado, pues puede interactuar con algunos tipos de medicamentos, siendo recomendado que antes de tomarlo se consulte al médico tratante, para saber si puede o no interactuar con algún tratamiento que la persona se encuentre realizando. Precauciones: embarazadas, niños, personas con enfermedades crónicas.
Ahora, el aceite natural de romero es un elemento muy codiciado en la medicina natural. Es lo recomendable para tener un pelo visiblemente más grueso. Entre los beneficios de este remedio natural de belleza está la acción estimulante que tiene sobre la microcirculación, la cual ayuda a combatir el adelgazamiento y la caída del cabello.
Para criarlo en el huerto urbano o doméstico el romero necesita sol directo, suelos secos, bien drenados y un entorno sin excesiva humedad.
Las plantas de la familia Brassicaceae, como el repollo o la coliflor, no son recomendables como compañeras de cultivo. Tampoco lo son aquellos cultivos que atraen plagas, como las zanahorias o las cebollas, que pueden generar la aparición de pulgones y propagarse al romero.
El romero se adapta bien a climas cálidos y secos. Necesita estar ubicado en un lugar con buena exposición solar y en suelos arenosos o con grave para que garanticen el drenaje.
En cuanto al riego, resulta conveniente esperar a que el suelo esté completamente seco antes de volver a aplicar agua, salvo en primavera y verano, cuando el crecimiento de la planta exige mayor hidratación.
A pesar de su rusticidad, el romero puede verse afectado por plagas como la cochinilla algodonosa o la araña roja. Ambas especies se alimentan de los tejidos de la planta y pueden combatirse con insecticidas. Además, el exceso de agua es otro factor de riesgo, ya que la dificultad de drenaje facilita la aparición de hongos.