En un esfuerzo global por combatir el calentamiento del planeta y sus consecuencias, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, realizada en Río de Janeiro en 1992, estableció el 26 de marzo como el Día Mundial del Clima. Esta fecha busca promover la conciencia y la acción ambiental a nivel mundial.
Desde 1977, cada año registró una temperatura media superior a la del anterior, lo que evidencia un incremento sostenido en la temperatura global. Este aumento, que ronda los 0,85º C desde finales del siglo XX, pone de manifiesto la aceleración del cambio climático.
Cambio que solo tiene como sorpresa la velocidad y que también tiene a Chile, especialmente la zona central, con una profunda crisis hídrica, que se verá acrecentada este año por la visita del fenómeno climático de La Niña.
La Niña es parte del ciclo climático natural del planeta y su principal característica es que reduce la temperatura del agua del Océano Pacífico por debajo de su promedio. Esto, a su vez, deriva a una menor ocurrencia de lluvias y en una baja en la temperatura ambiente en general.
Patricio González Colville, agroclimatólogo de la UTalca indicó que el fenómeno de El Niño ha estado presente desde el año pasado en nuestro territorio dejando a su paso intensas precipitaciones, lo que variará durante el 2024, cuando La Niña llegue trayendo consigo una disminución en las lluvias, incrementando la megasequía que se viene acumulando desde hace varios años.En todo caso, dijo que no se puede precisar una fecha exacta para el comienzo del fenómeno de La Niña.
“Lo más probable es que este evento se inicie en junio de este año, lo cual nos dejaría la mitad del invierno sin precipitaciones o con escasas lluvias y también tendríamos heladas tardías.
En nuestro país las grandes sequías están asociadas a este bloqueo anticiclónico, producto de la Niña, y que, a diferencia del fenómeno de El Niño, puede durar incluso hasta 3 años continuos, como ocurrió entre el 2020 y el 2023”.
Esta condición climática podría agravar la crisis hídrica que atraviesa el país. El año pasado las lluvias fueron generosas, lo que logró que cauces que se encontraban secos recuperaran parte de su caudal, como fue el caso de la Laguna de Aculeo, una zona fuertemente intervenida por desvíos y explotación de aguas subterráneas. Con la visita del fenómeno de La Niña podría amenazar los avances logrados, por ello es urgente declarar humedal urbano a la Laguna de Aculeo.
