Primero hay que cruzar la meta

CON OJO DE TIBURÓN

JUAN ESTEBAN LASTRA B. / Premio Nacional de Periodismo Deportivo 2022

La inauguración espectacular de los Juegos PanAm en el Estadio Nacional encandiló a todo Chile y a Latinoamérica. También nos alegramos de lo que parecía casi imposible: terminar a tiempo las obras deportivas donde hoy se está compitiendo, comenzando por los que alberga el recinto ñuñoíno. A ellas se suman la Villa Panamericana de Cerrillos y las mejoras de establecimientos en las regiones de Valparaíso, O’Higgins y Biobío donde hay subsedes.

Por fin en el último lugar del mundo se concretaban los primeros Juegos luego de haber renunciado dos veces a la sede en 1975 y 1987. Quizás por nuestra ansiedad de ser parte de esta justa deportiva nos ha llevado muy luego a pensar en grande por los halagos de las autoridades deportivas extranjeras, como la del titular del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, quien mencionó a Chile a colocarse como meta organizar unos Juegos Olímpicos.

Y la idea fue tomada rápidamente por el director de Santiago 2023, Harold Mayne-Nicholls, considerando que las tres ciudades designadas para los siguientes periodos son París 2024 (Francia), Los Ángeles 2028 (Estados Unidos) y Brisbane 2032 (Australia). El destacado dirigente chileno dijo hace unos días: “A ver si somos capaces de traer los Juegos Olímpicos 2036…”.

Evidentemente son palabras mayores postular a unos JJ.OO. Se estima que Santiago 2023 costó alrededor de 700 millones de dólares. Dos ejemplos claros de los costos que implicaron Tokio 2020: 15.400 millones de dólares; y Paris 2024: 9.500 millones de dólares. 

Pero no tan solo eso. Para llegar a postular se debe invertir una buena suma de dinero lo que no significa asegurar la sede, porque además Chile tendría competencia. Hasta ahora los países que desean luchar para el 2036 son India, Indonesia, Corea del Sur y Qatar. Me atrevo a decir que aún estamos lejos de ser sedes de unos JJ.OO. Estoy seguro de que la sola mención de la autoridad del COI fueron palabras amables y elogiosas.

Un par de días después, el presidente Gabriel Boric sorprendió tras una entrevista en vivo por televisión manifestando la postulación a los Juegos Mundiales de Verano de Olimpiadas Especiales para 2027. Quizás esto es más real. Un segundo paso internacional para subir un nuevo escalón. Luego de Santiago 2023, se estudia enviar la carta de postulación tras el análisis de lo que estamos viviendo.

Sin embargo, los recientes hechos vergonzosos que han ocurrido entre este sábado 28 y domingo 29, nos hace replantear nuestra primera gran semana de los Juegos. Un hecho es la filtración de agua desde la techumbre del Polideportivo Municipal de Viña del Mar que obligó a terminar el partido de balonmano entre Chile y Brasil cuando el marcador estaba 30-10 a favor de los brasileños y faltaban 16 minutos para el final.

La segunda situación fue peor. La equivocada medición o colocación de conos en el circuito de la marcha atlética la mañana del domingo 29 en el campo de martes del Parque O’Higgins, donde las atletas en vez de correr 20 kilómetros, solo marcharon 17.600 metros. Los tiempos fueron anulados, las postulantes a hacer la marca para París 2024 perdieron la oportunidad. El lunes 30 se sabrá quién o quiénes fueron los responsables del mayúsculo bochorno. La organización acusó al medidor, funcionario de la Asociación Panamericana de Atletismo (APA), Marcelo Ithurralde, dependiente de la World Athletics.

Íbamos muy bien hasta antes de la lluvia de la noche del sábado 28 en Valparaíso. Y el remate, por ahora, ocurrió durante la mañana del domingo 29 por la equivocada medición de la marcha atlética.

Por ello nunca hay que celebrar antes de cruzar la meta. Hemos tenido unos lindos Juegos PanAm, pero todavía nos queda una semana para el final de Santiago 2023. Ah, y restan los Juegos Parapanamericanos entre el 17 y 26 de noviembre.

IMAGENES / Prensa Juegos Panamericanos