El ingenioso vehículo eléctrico que se desliza a 290 km/h sobre el mar /
MOTORERS Y TUERCAS
El transporte en regiones insulares representa uno de los mayores desafíos para la aviación en su transición hacia un modelo más sostenible. Los vuelos de corta distancia, alrededor de 2 mil kilómetros, en regiones insulares ofrecen una oportunidad ideal para probar innovaciones que aún no son viables en rutas de largo recorrido, principalmente debido a sus mayores exigencias técnicas y energéticas. Una opción sería introducir aviones convencionales adaptados con motores eléctricos y baterías. La otra alternativa son aeronaves más innovadoras, como el Viceroy de la empresa Regent Craft, una startup de Estados Unidos, capaces de combinar las ventajas del transporte marítimo y el aéreo en un mismo vehículo.
La compañía estadounidense anunció un paso crucial en el desarrollo del transporte marítimo sostenible, con la presentación y prueba de su primer prototipo de seaglider a escala real. Este innovador vehículo eléctrico de alta velocidad tiene el objetivo de conectar destinos costeros de manera eficiente y totalmente libre de emisiones, además de silenciosa: produce 30 dB menos que un avión o un helicóptero convencionales.
El prototipo, bautizado como Paladin, tiene unas dimensiones de 16,7 metros de longitud y una envergadura de 19,8 metros, convirtiéndolo en la mayor aeronave totalmente eléctrica construida hasta la fecha.
Este modelo de planeador es totalmente eléctrico y tiene cero emisiones. Según explican desde la compañía, operarán únicamente sobre el agua a velocidades de hasta 290 km/h.
La operativa de despegue consiste en tres fases. La primera de ellas es la que se asemeja más a una embarcación y tan sólo se lleva a cabo en los primeros metros tras el desamarre. El paso siguiente es hacer uso del hidroala en una transición que supone el despegue del casco del seaglider de la superficie marina.
Se trata de un método cada vez más utilizado y consistente en la generación de sustentación subacuática empleando únicamente el ala, eliminando de esta forma la resistencia del casco contra el fluido.
La última fase de todas es el vuelo empleando el efecto suelo que se consigue entre 10 y 20 metros de altura respecto a la superficie del agua en el caso del Viceroy.
El efecto suelo aparece cuando el avión vuela sobre una superficie a una altitud inferior a la mitad de su envergadura, creándose un colchón de aire gracias al cual se consigue una gran sustentación.
Siguiendo la tradición naval, Regent celebró la botadura del Paladin antes de lanzarlo al agua en la Bahía de Narragansett, Rhode Island (Estados Unidos).
Durante las pruebas en el agua se evaluaron los sistemas del vehículo, en preparación para su primer vuelo con pasajeros, previsto para mediados de este año. Estas pruebas se llevaron a cabo tras varios meses de ensayos en motores, baterías, sistemas electrónicos, y software de control.