Un jardín es mucho más que un espacio verde, es un refugio donde la vida se conecta con la tierra, que ofrece un escenario para el crecimiento de flores, árboles y frutos. Entre los frutos más comunes y de fácil acceso, el limón es un gran aliado cuando comienza el otoño y el aumento de virus respiratorios es una amenaza a veces mortal.
En este mismo contexto, el Ministerio de Salud adelantó la Campaña de Vacunación 2025. La estrategia busca proteger a los grupos de riesgo contra la influenza, el Covid-19 y el virus respiratorio sincicial (VRS), reduciendo complicaciones y hospitalizaciones. La inmunización es gratuita para quienes pertenecen a los grupos prioritarios y puede realizarse en centros públicos y privados en convenio. Además, las vacunas pueden administrarse juntas sin afectar su efectividad.
El limón es un potente antibiótico natural gracias a su alto aporte de vitamina C, que ayuda a incrementar las defensas de nuestro cuerpo y a combatir diversas enfermedades, especialmente si se trata de enfermedades respiratorias, desde gripe, amigdalitis y catarro, hasta pulmonía.
A pesar de todos los beneficios del limón, esta fruta no tiene la capacidad de curar enfermedades propiamente. Sin embargo, su consumo logra ser útil para apoyar o complementar tratamientos médicos y naturales, para ciertas condiciones y patologías o incluso el resfriado común.
En este sentido, es un buen socio para combatir problemas y enfermedades del sistema inmunitario.
El limonero es un árbol que necesita bastante humedad, es muy importante que plantemos el limonero en una zona con un buen drenaje, de forma que los riegos frecuentes no lleguen a encharcar la tierra. Lo ideal es aportarle tierra semiligera, de pH neutro y rica en materia orgánica.
Los expertos en jardinería recomiendan sembrar los limoneros a finales de marzo, abril, mayo o a comienzos de junio, ya que el clima templado de esta temporada ayuda a que los árboles crezcan de forma sana.