Hace tiempo conocí en Lisboa el sistema antievasión del transporte público. Ahí suben y transitan dos inspectores en cada puerta, porque en cada una hay validadores.
CARLOS ALZAMORA / Periodista U. de Chile / Autónomo
Imagino cuántos empleos y a qué costo podría implementarse un sistema así en Santiago. Si tenemos 5 mil buses Red y pusiéramos 3 inspectores por bus en 2 turnos, requeriríamos de 30 mil inspectores, a razón de un sueldo de 800 mil pesos costaría 30 millones de dólares al mes.
Hoy la evasión es del 40.2%, según el Ministerio de Transportes, considerando que 8 millones de personas se mueven a diario en la red de transporte público capitalino. Es decir, con el 40,2% que no paga se recaudaría 96 millones de dólares al mes. Son 3.2 millones de viajes evadidos por día a un valor de $800 (y un dólar a $800).
Este sistema se financiaría solo y daría mayor seguridad a las y los usuarios, a los conductores y, principalmente ofrecería trabajo a 30 mil personas. Ayudaría a recaudar más y comenzaría a estabilizarse la tarifa bajo el financiamiento de los usuarios.
La segunda idea es la industria del reciclaje. Hoy Chile importa basura desde Perú, plásticos y cartones, porque sólo reciclamos el 8% de nuestros desechos.
Si me reembolsaran $10 por cada botella PET el negocio estaría sobre ruedas, pero las empresas recicladoras chilenas quieren la materia prima regalada, que las personas vayamos al “punto limpio” y les dejemos tetra, latas de aluminio, cartones, PET y vidrio. No se aceptan otros productos reciclables. Tampoco estos puntos están en todas las comunas.
Hay mucho dinero llenando los bolsillos de personas que, como cantaba Violeta, son los “Albertíos”. Tal vez, muchas industrias del reciclaje están tomando iniciativas a partir de la vigencia de la Ley REP, Responsabilidad Extendida del Productor. La entrada en vigencia de las metas de recolección y valorización de envases y embalajes de la Ley está prevista para septiembre de 2023.
Esta Ley, si no le paga al propietario del envase será letra muerta. Si los municipios obligan al retiro de envases y embalajes deberán hacerlo en domicilios. Muy pocos tienen el hábito o el tiempo de llevarlos al Punto Limpio. El tema es complejo, pero hay una oportunidad para generar ingresos a miles de personas que hoy lo requieren y el medio ambiente está a la espera.