JULIO C. MARTINEZ / Colaborador
Como de costumbre revisando la prensa internacional, no solamente la que nutre de información a los medios tradicionales en Chile, escritos, radio y TV, fue cuando me encontré con un documento del periodista y escritor JJ Benítez sobre la muerte de Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, que contenía las siguientes frases…
“(…) Detrás de la decisión de abdicar, por parte del Papa, se esconde la miseria humana, el ansia de poder y la corrupción de la Curia. Ratzinger, sencillamente, ha comprendido que podían matarlo, como a Juan Pablo I, y ha optado por la vía del no escándalo. Dios hace mucho, muchísimo, que no vive en El Vaticano.
(…) Benedicto XVI ha pasado de verdugo a víctima. La decisión de abdicar no ha sido personal, aunque así lo parece. Las presiones han sido muchas y lo suficientemente serias como para hacerle abandonar.
(…) Dos mil años de engaño y esclavismo moral no hay forma de desmantelarlos de la noche a la mañana. Las Iglesias son peores que las guerras.
(…) La lista de lemas de Malaquías -más apropiado que profecías- es, cuando menos, sorprendente. Si el papado termina con Pedro Romano será por un acontecimiento que afectará a todo el mundo, no solo al Vaticano. No debemos olvidarlo. Como decían Faber Kaiser y Fernando Jiménez del Oso “vivid mientras podáis”.
Durante la última persecución de la Santa Iglesia Apostólica y Romana, reinará Pedro el Romano, que apacentará a su rebaño entre muchas tribulaciones; tras lo cual, la ciudad de la siete colinas será destruida y el tremendo Juez juzgará a su pueblo. Fin”.
Bergoglio, obispo de Buenos Aires, se convirtió en el papa Francisco tras la renuncia de Benedicto XVI. El primer Papa latinoamericano y también el primer jesuita en llegar al papado.
Curiosamente, en julio de 2022, el papa Francisco no descartó que él también podría renunciar si sintiera que, debido a su salud, no estaba en condiciones de ejercer el papado.
“No es una catástrofe cambiar de Papa, no es un tabú”, le dijo a los periodistas desde una silla de ruedas en el avión que lo trasladó desde el territorio ártico de Canadá a Roma. Tenía en ese momento 85 años, uno menos que Joseph Ratzinger cuando decidió hacer algo que no había ocurrido en seis siglos.
Otro medios han publicado que si ¿El papa Francisco podría renunciar? El pasado sábado 31 de diciembre falleció Joseph Ratzinger, el Papa emérito Benedicto XVI y tras su defunción, comenzaron a circular rumores de una posible renuncia de Francisco, pese a que el pontífice argentino ha dejado claro que mantiene sus planes a futuro, donde destacan el Sínodo del 2024 o el Jubileo de Roma en 2025.
Eso sí, el propio Francisco no ha descartado de plano la posibilidad de renunciar: “la puerta está abierta, es una opción normal, pero hasta hoy no he llamado a esa puerta, no me he sentido con ganas de pensar en esa opción. Aunque eso no significa no empezar a pensarlo pasado mañana, ¿verdad? El Señor decidirá”, señaló anteriormente. Aunque también aclaró que, “sinceramente, no en este momento“.
Se trata de un deceso que ocurre en un ambiente de mucho conflicto en el interior del Vaticano, donde al parecer, la disputa por el poder no tiene “misericordia Divina”.
IMÁGENES / El Vaticano