¿Qué normativa regirá para la electromovilidad en Chile?

Al comenzar este año el presidente de Conatacoch, Confederación Nacional de Taxis colectivos, Héctor Sandoval, emprendió un viaje por gran parte del país para promover el recambio de autos de gasolina y petróleo a electromovilidad. El recorrido comprendió periplos hasta Puerto Montt y luego hasta La Serena. Los trayectos los hizo en un auto de procedencia china, de marca Voltera, que utiliza esta nueva tecnología. Hace algunos días partió a Concepción nuevamente en un coche eléctrico también.

Esta vez el motivo era impartir una charla en esa región porque de manera inédita y pionera, la electromovilidad llegará al servicio de taxis colectivos del Gran Concepción, Lebu y Los Ángeles, gracias al financiamiento que realizará el Gobierno Regional y que permitirá el recambio de 200 vehículos colectivos.

Esto, tras la aprobación unánime, por parte de consejeros y consejeras regionales, del Plan “Taxis eléctricos”, elaborado junto al ministerio de Energía, y que considera un cofinanciamiento de hasta $16 millones de pesos para el cambio del auto convencional a uno eléctrico (cuyo costo promedio de $30 millones) y la entrega, además, de un cargador domiciliario, avaluado en unos $3 millones, pero sin costo alguno al propietario del taxi colectivo.

Con esto, la región del Biobío será la primera a nivel nacional en invertir recursos locales para potenciar el cambio, lo que permitirá contribuir a la descentralización y extender el alcance territorial del programa Mi Taxi Eléctrico del Ministerio de Energía.

El silencioso motor, moderno equipamiento, ahorro energético y la cero emisión de CO2 son los principales atributos de los autos eléctricos. Sin embargo, este segundo viaje dejó al descubierto un serio problema que deberán enfrentar los propietarios de vehículos con esta nueva característica. Se trata de la recarga, explica Sandoval.

“Llegamos a Los Ángeles con cero carga. Nada. Y ahí nos encontramos con un problema estratégico, que es de gran complejidad para viajes largos y debe resolverse a la brevedad. No hay suficientes cargadores para la cantidad de marcas y modelos que están promoviéndose en el país. Falta una reglamentación clara y uniforme proveniente del Estado respecto a las normas, porque las autoridades no se han puesto de acuerdo sobre cuál regirá en el país. En este momento existen tres: europea, japonesa y china. Hay electrolineras que utilizan una norma y otras no. Hay estaciones que cargan en 40 minutos otras en 4 horas y otras en 7horas, depende del conector.

En Los Ángeles encontramos una electrolinera que nos cargaba el vehículo en 7 horas. Tuvimos que pernoctar en la ciudad y seguir viaje al día siguiente. Aquí se necesita una buena legislación. Deben tomarse medidas claras desde el Ministerio de Energía o Transportes, porque se promueve el uso de autos eléctricos e híbridos, pero últimamente se han dado señales desde el Gobierno de preferir el hidrógeno verde.

Entonces nos enfrentamos a una inversión que no es menor. Un auto convencional tiene un valor aproximado de 10 millones de pesos y uno eléctrico de 35 millones, pero si no hay claridad en las políticas que regirán este mercado, la pregunta es: Dentro de qué parámetros se toma una decisión”.

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