Háganle caso a Esopo

Cuando las personas opinan en una votación voluntaria lo hacen con transparencia. Cuando un puñado, de hasta un millar, se anima a responder una encuesta, es solo eso y algo más. Extrapolar esa opinión a 15 millones es, a lo menos, aventurado.

 

CARLOS ALZAMORA B. / Periodista U. de Chile / Autónomo  / Director  medio digital DESENFOQUE/

 

No se tenía registro, a cinco meses de una elección presidencial, a la centro izquierda desapareciendo del mapa electoral, aunque esa afirmación es hasta cierto punto errónea.

En las últimas elecciones del 2021 triunfó la izquierda, pero a poco andar, tras el plebiscito de 2022, debió pedir socorro al socialismo democrático, derrotado con Paula Narváez 10 meses antes.

Es cierto, en cambio, que en la votación parlamentaria, donde la representación es más genuina, la centro izquierda tiene más fuerza que la izquierda. Eso hoy no basta.

La última elección de gobernadores, en segunda vuelta, demostró que el electorado en Chile apunta hacia el centro. Por ello las encuestas están alejadas de medir -con meridiana certeza- qué están pensando los votantes.

Cuando las personas opinan en una votación voluntaria lo hacen con transparencia. Cuando un puñado, de hasta un millar, se anima a responder una encuesta, es solo eso y algo más. Extrapolar esa opinión a 15 millones es, a lo menos, aventurado.

En este escenario, partir  con 850 mil votos de 15 millones de electores, es decir, el 6,5% del padrón, se transforma en una tarea titánica. Jeannette Jara está a 350 mil votos de la Primaria del 2021, dónde el diputado Boric reunió 1.750.000 votos con Daniel Jadue. Anoche, con 4 candidatos, se contaron un millón 400 mil.

Boric pasó a la segunda vuelta repitiendo la votación total en las Primarias: 1.814.809, pero el voto era voluntario.

Aunque analistas de la plaza consideran que no le alcanzará para ganar en segunda vuelta, Jara tiene a la vista, con el millón 400 mil votos totales, entrar al balotaje, proyectado con el voto obligatorio, para lo cual debería conseguir 4 millones.

El tema es cómo hará la izquierda y la centro izquierda para remontar los números y obtener los 4 millones de votos que asegurarían la segunda vuelta y llegar a siete millones, que es lo que se espera obtenga el o la ganadora de la presidencial.

Esopo demostraba a sus hijos que las varas, cuando están juntas, es difícil quebrarlas. La tarea está en la «unidad, unidad» que se coreaba anoche en el discurso de Jeannette Jara.

Esa será la clave en la parlamentaria, porque sin un Congreso favorable será muy difícil gobernar.

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