Cuando tenemos el 98% de las empresas en Chile que son PYMES y tienen una participación en el mercado de un 11,7, entregando más del 60% de los puestos de trabajo, algo no anda bien.
HECTOR SANDOVAL / vicepresidente de Conapyme/ presidente de Conatacoch
Cada 27 de junio las Naciones Unidas llama la atención sobre el papel esencial que desempeñan las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) en la economía mundial. Representan la columna vertebral del empleo, la innovación y la reducción de desigualdades, al conformar más del 90 % de los negocios y sustentar cerca de la mitad del producto interno bruto global.
El llamado es a evitar la concentración económica y la desigualdad. Es un llamado con mayúscula, porque son dos situaciones que significan problemas muy profundos para las Pymes en Chile.
Primero, la desigualdad. Desigualdad en el acceso al crédito y del costo del crédito, porque no es tan fácil para una pyme pedir un crédito, como para una empresa de mayor volumen, que tiene tasa preferencial y tiene fondos en el extranjero.
Esto permite comprar grandes volúmenes y las Pymes compran menos cantidad. Por lo tanto, el precio es diferente y eso, sin duda, es una limitante.
También afecta a las Pymes la participación de mercado. Cuando tenemos el 98% de las empresas en Chile que son PYMES y tienen una participación en el mercado de un 11,7, entregando más del 60% de los puestos de trabajo, algo no anda bien y no es posible efectivamente funcionar. Hay un problema de concentración. Estamos en desventaja.
Además, tenemos que agregar otros dos grandes temas, la informalidad y la delincuencia. Antes era factible trabajar hasta la medianoche, hoy día se entra el sol y todos deben salir corriendo a sus casas. Prácticamente no es posible seguir produciendo, porque los trabajadores no tienen en qué movilizarse después de las 9:00 ó 10:00 de la noche.
Son tremendas complejidades y aquí como una expresidenta decía, “Hay que emparejar la cancha”, efectivamente hay que emparejar la cancha para las Pymes que entregan 50% o el 60% de los empleos en el país.