Con todo lo lindo que tiene el cierre de año también llega el costado más indeseado: el consumo que aumenta a la par que la basura generada. Y dentro de éstos últimos, los descartes plásticos, en especial, son los que alcanzan picos grotescos.
No hay que olvidar que atravesamos una crisis climática de la cual una de sus patas es la contaminación -entre ellas la generada por el plástico-. En medio de lo crítico de esta situación, cada consumo -y cada ahorro que pueda hacerse- cuenta. Y mucho.
Algunas ideas para reducir esta parte de la huella ambiental y tener unas fiestas más sustentables. De paso, haremos todo lo posible para que reciclar sea la última acción de la cadena y no la única posible.
Para envolver, más creatividad y menos plástico : Los papeles plateados y brillantes lucen muy lindos pero esa misma característica es lo que los hace imposibles de reciclar. En cambio, lo simple puede ser igual de bello: prueba envolver con papel marrón y un moño de tela. Todavía mejor, usa materiales reutilizables, bolsas o cajas que tengas guardadas en tu casa.
No necesitas tanto glitter para brillar: El glitter todo lo que tiene de popular lo tiene de malo para el medioambiente porque está compuesto por pequeños pedazos de plástico que, tras unas horas de uso, suelen terminar viajando cañerías abajo hacia ríos y mares.
Es de esas dosis de contaminación que parecen pequeñas pero que se acumulan en los ecosistemas acuáticos causando muchos daños. Por eso, no es recomendable usarlo ni para maquillarse, ni para decorar ni en tarjetas.
No compres verduras y frutas envueltas en plástico: Optar por los comercios de cercanía, que suelen ser aquellos en los que puedas llevar tu propia bolsa y comprar a granel, es la mejor manera de apoyar a tu comunidad mientras evitas gran parte del packaging de un solo uso. Si prefieres los supermercados basta con comprar frutas y verduras sueltas (y aún mejor, si llevas bolsas para reutilizar). No sólo evitarás envoltorios excesivos sino que, además, no llevas más de lo que se necesitas, lo que cuida tu economía y previene el derroche de alimentos.
Regalos plastic free: La elección de los regalos es otra oportunidad más que se puede aprovechar para enviar un mensaje sustentable perfecto. Que el presente no tenga excesivo packaging es sólo el comienzo. Luego puedes fijarte que esté confeccionado en materiales naturales (madera, tela de algodón, papel, etc.) y no sintéticos. Si, además, en vez de optar por objetos elijes que sean experiencias como entradas al teatro o un concierto, tortas o bizcochos caseros, ropa o libros de segunda mano, tienes el regalo ecológico por excelencia.
No utilices vasos descartables : Si te toca ser anfitrión de la fiesta, echa mano a todos los vasos y tazas que tengas a disposición. En caso de que no fueran suficientes, no compres descartables. Si el presupuesto te lo permite, regala tú vasos térmicos y que los estrenen en el mismo momento. Si eres invitado la clave es ir preparado para evitar lo descartable llevando tu propio vaso reutilizable por si fuera necesario.
Un árbol de Navidad con menos plástico es posible Dicho todo esto, Greenpeace remarca que la responsabilidad de dar una solución rotunda y definitiva a este grave problema recae en los gobiernos y las empresas. En este sentido, exigimos que el Tratado Global de Plásticos -que busca poner un límite a su producción, entre otras medidas claves- se haga realidad en la próxima reunión que se realizará en 2025 para llegar a un acuerdo definitivo.
FUENTE / Greenpeace