Las altas temperaturas este verano en la Región Metropolitana continuarán durante febrero y es posible que también se rompa un nefasto registro de excesivo calor, después del mes de enero de este año que fue el más caliente de la historia del país, en un planeta que está a punto de hervir.
El monitor climático europeo Copernicus informó a comienzos de este mes que el mundo enfrentó por primera vez 12 meses consecutivos con temperaturas de 1.5 Celsius, temperatura más elevada que en la era preindustrial.
El cambio climático constituye una emergencia mundial que va más allá de las fronteras nacionales. Se trata de un problema que exige soluciones coordinadas en todos los niveles y cooperación internacional para ayudar a los países a avanzar hacia una economía con bajas emisiones de carbono.
Para abordar el cambio climático y sus impactos negativos, los líderes mundiales en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21), en París, firmaron un Acuerdo que establece objetivos a largo plazo como guía para todas las naciones específicamente con medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Una de estas medidas es reducir sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el aumento de la temperatura global en este siglo a 2 °C en el 2050 y esforzarse para limitar este aumento a incluso más de solo el 1,5 ° al 2030, límite que se ha superado.
En este contexto, un estudio reciente ha revelado que la implementación extensiva de techos verdes en los edificios puede jugar un papel crucial en la reducción de temperaturas a escala urbana y en la disminución significativa de energía.
La investigación, realizada en la Universidad Kyung Hee, en Corea del Sur junto con la colaboración del Profesor Mat Santamouris de la UNSW Sydney, se centró en el impacto potencial de los techos verdes en Seúl, la capital de Corea del Sur. Los hallazgos indicaron que la implementación máxima de techos verdes podría enfriar la ciudad aproximadamente 1°C durante el verano y reducir la demanda de energía asociada con la refrigeración en casi un 8%.
Publicado en Nature Cities, este estudio es pionero en analizar el efecto transformador de los techos verdes sobre el consumo de energía a escala urbana y las condiciones climáticas, ofrece un modelo para evaluar su potencial en otras ciudades alrededor del mundo.
Los techos verdes emergen como una estrategia prometedora para mitigar el calor urbano y el consumo de energía. Con la capacidad de ser instalados en nuevos edificios y adaptados a los existentes, representan una solución basada en la naturaleza y escalable para abordar los desafíos del calor urbano, informaron los investigadores.
Para el estudio, el equipo de investigación realizó simulaciones climáticas de enfriamiento a gran escala y simulaciones de energía en edificios bajo tres escenarios de cobertura de vegetación, evaluando el potencial de los techos verdes para reducir la temperatura y las necesidades de refrigeración de Seúl durante el mes más caluroso del verano, agosto. Se enfocaron específicamente en techos verdes extensivos no irrigados, un tipo de techo verde ligero con potencial de implementación a gran escala y menores costos de mantenimiento.
Los resultados mostraron que, cuanto mayor es la cobertura de los sistemas de techos verdes, más significativas son las disminuciones en las temperaturas y la demanda de energía. Con un 90% de los edificios cubiertos con techos verdes, la temperatura del aire y la temperatura superficial de la ciudad disminuyeron hasta 0.54°C y 2.17°C, respectivamente, mientras que el uso de energía en los edificios se redujo aproximadamente un 7.7% (0.64 kWh/m2).
Los techos verdes ayudan a enfriar las temperaturas facilitando la evaporación a través de la transpiración de las plantas, lo que enfría el aire circundante y reduce la necesidad de sistemas de enfriamiento mecánico (aire acondicionado), bajando la demanda energética general. Además, la capa de suelo y vegetación en los techos verdes proporciona aislamiento, reduciendo la transferencia de calor hacia los edificios y disminuyendo aún más los costos de energía.