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Los techos o azoteas verdes actualmente son un icono dentro de la arquitectura ecológica, se encuentran terrazas ajardinadas en casas y edificios, aportan beneficios principalmente al medio ambiente, pero cuentan con algunas características que son favorables para todo tipo de construcción y ciudad.
Las grandes concentraciones de concreto y asfalto genera un efecto llamado “Isla de calor”, las ciudades absorben temperatura en el día manteniendo el calor en la noche, los techos verdes ayudan a disminuir este impacto. Esta es la ventaja más importante que brindan las azoteas verdes, recuperar el clima original y el confort térmico.
Existen dos tipos de techos verdes: los techos extensivos y los techos intensivos, la diferencia entre ellos es la cantidad de vegetación utilizada y el mantenimiento requerido a futuro. En los techos intensivos las plantas están separadas por especies y tamaños, en cambio, en los techos extensos la vegetación se deja crecer naturalmente, todo dependerá de la instalación y diseño que se desee, teniendo en cuenta la región, clima y tipo de edificación.
En Santiago el hospital Exequiel González Cortés, que atiende a los niños de la Región Metropolitana Sur, es la única institución de su tipo que está implementando un techo verde en su infraestructura. Este mes se cumple un año desde que el centro de salud se adjudicó el proyecto Techos Verdes que impulsa el Gobierno Regional Metropolitano, GORE.
El proyecto supone 1000 metros cuadrados de techos verdes extensivos, que permitirán la captación de 3 toneladas al año de co2, lo que está relacionado directamente con la salud de las personas y los niños que concurren hasta sus instalaciones.
Entre los beneficios directos significa menor consumo de medicamentos, reducen el estrés, mejoran el ánimo y purifica el aire al generar oxígeno. Los techos verdes permiten reducir también el ruido, ya que cumplen la función de aislante acústico.
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