Los dueños son grupos internacionales y nacionales que tienen su base en Europa, como la inglesa BUPA, o Banmédica en Estados Unidos.
CARLOS ALZAMORA / Periodista U. de Chile / Autónomo
Veamos qué dicen los números. Doce años después de su creación bajo la dictadura, las isapres abiertas eran 22. Hoy son 7, el mismo número que existe desde el año 2009 hasta la fecha, y apenas uno más que las seis aseguradoras con que debutó el sistema en 1981.
En cuanto a los beneficiarios, el año pasado cerró con un total de 3.076.622, lo que significó una baja de 5,3% respecto a los 3.249.997 que había a diciembre de 2021, según las cifras que arrojó la Superintendencia de Salud. Así, el año pasado 173 mil afiliados dejaron el sistema de salud privada, registrándose el menor nivel de usuarios desde el año 2012.
Las isapres tienen el 17% de los beneficiarios totales del sistema de seguros de salud. El resto está en Fonasa. Una de las causas más significativas del retiro está en el alza del GES aplicado por Consalud, que pasó desde 0,595 UF a 1,39 UF, que fue la segunda con más desafiliados junto a Cruz Blanca, que registró el mayor número de retiro de cotizantes, con 66.511 el año pasado.
En segundo lugar, se ubicó Consalud con una fuga de 53.810 beneficiarios. Ambas son responsables de más de la mitad de las bajas del año pasado en todo el sistema. El tercer lugar quedó Banmédica, que tuvo un retroceso de 43.813 usuarios en su planilla a diciembre. Las 3 son las que aplicaron mayores alzas al GES.
Un 5,3% no es acabo de mundo para un negocio que ha dado utilidades por 1.3 billones de pesos desde 1990 (valores informados por la Superintendencia de Salud ajustadas por inflación). Estas utilidades, que antes repartían 22 isapres y hoy solo 7, son retiradas cada año y los accionistas deben mantener encajes (boletas de garantía) en el sistema para seguir operando. Y así lo han estado haciendo hasta ahora, porque el negocio sigue siendo bueno, si no habrían solicitado la quiebra.
Sin embargo, la siniestralidad durante el 2021 ha hecho variar el esplendor del negocio, además de la ley que creó la Licencia Médica Preventiva Parental en pandemia. Consalud demandó al fisco por perjuicios, argumentando que esos pagos debería haberlos hecho el Estado. Inversiones La Construcción, dueña, asegura que perdió más de $ 20 mil millones con la implementación de esa ley. A ello se suma la decisión de la Corte Suprema de reembolsar a los afiliados los mayores cargos hechos arbitrariamente a sus planes de salud, recurso interpuesto en abril de 2022.
¿Sigue siendo un negocio? Claramente, sí. Los dueños son grupos internacionales y nacionales que tienen su base en Europa, como la inglesa BUPA, o Banmédica en Estados Unidos. Podrán buscar otros derroteros, porque el capital va y viene, no tiene fronteras, pero desde ahí a pensar en una quiebra es casi imposible. Además, debutó la séptima de las Isapres, Esencial del Grupo Alemana, que lleva un millar de afiliados. Decir que quiebran las isapres es una defensa corporativa, porque en el mercado se gana y se pierde. De momento hoy solo están perdiendo los afiliados, que están financiando las prestaciones contra reembolsos que tardan cada vez más. Eso es ganar tiempo a la espera de que el papá fisco les salve, aunque sea sin dinero fresco, sino con plazos para el pago del reembolso que deben realizar por el alza ilegal con el cambio en la Tabla de Factores.
Mientras tanto, senadores y diputados de las comisiones de salud de ambas cámaras, se reunieron con las máximas autoridades del sector para avanzar en acuerdos pre legislativos que deberán acordarse antes de marzo, para ingresar los proyectos que le den viabilidad al negocio de la salud.