CARLOS OTAROLA CERDA / Historiador autodidacta
“Quizá sea momento de cambiar, de soltar, de mandar todo a cualquier parte y volver a empezar. Quizá sea el momento de sacarle un sol a esta tormenta, de reírse sin parar, de volar sin tropezar. Quizá sea el momento de encontrarnos, abrirnos los ojos y largarnos a soñar”.
Este texto lo escribió en algún lugar el escritor uruguayo Eduardo Galeano. Y creo que es interesante analizar la frase cuando estamos encima de la Navidad. También creo que estamos encima de los momentos indicados para reflexionar sobre qué se celebra en esta fecha, qué significa y qué está pasando en la vida de los sanbernardinos, de los chilenos y en el mundo. Qué está pasando con la raza humana.
Una gran mayoría de la humanidad se mueve entorno a estas fiestas de origen católico, con el nacimiento de Jesús para formar luego la iglesia con Pedro y que mantiene sus principios bajo la figura del Papa. Se celebra en esta fecha puntualmente la esperanza en el amor y una vida mejor.
La doctrina social de la Iglesia ha identificado y desarrollado ampliamente cuatro principios: la dignidad de la persona humana, el bien común, la subsidiariedad y la solidaridad.
Pero vivimos en un mundo con desigualdades impresionantes, pobreza al límite de lo humano, crueldades atroces, con un mundo en guerra, con un medio ambiente casi destruido, delincuencia, pestes, asesinatos, crisis climática.
En algún lugar estarán pensando cuál será la marca que elegirán para regalar bicicletas, zapatillas, autos o bienes raíces. En otra parte, hay familias con opuestas realidades, donde rezan para que alguien se apiade, puedan juntar unas monedas y armar un plato de comida digno.
En todo caso, el fin de semana también me encontré con una acción que es un gran ejemplo de voluntad que nos acerca bastante al concepto más prístino de la religión católica y a la gran mayoría de las creencias. El amor al creador y al prójimo.
En la plaza de Armas de San Bernardo, afuera de la Catedral estaban los Hermanitos de la Fraternidad. Son unos religiosos que se visten de café igual que los franciscanos y resulta que estaban entregando alimento y ropa, cortando el pelo y las barbas a las personas en situación de calle.
Entonces y pensando en el gesto de estos Hermanos que pertenecen a nuestra Diócesis los invito especialmente a nuestros vecinos sanbernardinos, a tener unas fiestas de navidad con énfasis en el amor, en la reflexión, en el compartir con humildad y pedir por un año 2023 mucho mejor durante sus 365 días de año.
IMAGENES / 20 punto 10 COMUNICACIONES / Agencias
Hermosa acción consecuente con el vrrdadero Espíritu Navideño, olvidado lamentablemente por la mayoría del Mundo, en desmedro de la buena marcha del mismo…..