“La gente dice que debemos dejar un planeta mejor para nuestros hijos. La verdad es que deberíamos dejar unos hijos mejores para nuestro planeta”
CARLOS POPELKA /ciudadano del mundo
La frase es de Clint Eastwood, actor de 92 años. Se trata de uno de los actores más rudos del cine, protagonista de western y films de policías. Eastwood dice una gran verdad, todos hablan de dejar un mejor planeta, pero si no educamos y enseñamos a nuestros semejantes, a los más jóvenes, a los niños a cómo es necesario comportarse para dejar un mejor planeta, la tarea es imposible.
Esta reflexión del actor está en la dirección de pensamiento que tenía Humberto Maturana quien también sostenía una teoría similar en sus libros después de extensos estudios. Maturana falleció el 2021, fue biólogo, filósofo y escritor chileno, premio nacional de ciencias en 1994. Sobre el tema sostenía una tesis semejante.
“La educación ocurre como una transformación en la convivencia que va especificando las condiciones de los encuentros de los niños y niñas a medida que crecen, configurando un espacio relacional o contexto en el cual, si todo funciona de manera adecuada, amorosa, ellos se transformarán en ciudadanos serios y responsables”.
Si no educamos a nuestros hijos con buenos valores, con principios basados en la honestidad, verdad, amor al prójimo, respeto y cariño con la naturaleza, con los animales, con el suelo que nos da el alimento para vivir, con el aire, no dejaremos un buen planeta.
Las nuevas y venideras generaciones continuarán tirando basura donde no se debe, contaminando con plásticos los océanos, produciendo y consumiendo más de lo necesario, creando carteles delictuales, empujando y realizando guerras para favorecer el mercado de las armas, desafiando y saltando todas las reglas de buena conducta provocando incendios, derritiendo glaciales, además de tantas otras cosas.
Y así, no podremos dejar un mejor planeta para nuestros hijos. Porque si no lo destruimos nosotros, terminarán por destruirlo ellos.
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